Iñaki Van den Brule Roldán

(Madrid, 1996)

Desarrolla su obra desde una pequeña localidad rural, donde su práctica artística se articula en torno a la sostenibilidad, la naturaleza y la crítica al consumismo. Su materia prima son los residuos, principalmente plásticos, que moldea y transforma para dar lugar a sus esculturas y composiciones. Graduado en Bellas Artes y con un Máster en Investigación, Arte y Creación, su trayectoria incluye exposiciones en varios países del mundo como Italia y Ecuador, así como premios de la Fundación Banco Santander, la Universidad Complutense y VIII Concurso Cervezas Alhambra de Arte Emergente en ARCO Madrid 2024 por su propuesta para artística.

Hoy en día, sus piezas son el resultado de un largo proceso de investigación en el que lleva trabajando seis años. Un estudio técnico que abarca desde la preparación del residuo para ser maleable, hasta los acabados finales. Producción en la que combina métodos artesanales con procedimientos de transformación térmica, logrando piezas precisa y sólidas. Esta precisión técnica se complementa con una búsqueda estética rigurosa, donde las texturas, relieves y contrastes cromáticos son minuciosamente estudiados. Su práctica se inscribe en la tradición del Junk Art y el Arte Povera, pero con una sensibilidad contemporánea que lo acerca a referentes como Ai Wei Wei o El Anatsui.


obra

Site-specific PONS (2025)

El residuo no es solo el remanente del consumo, sino la evidencia de que lo nuevo ha sido reemplazado por una novedad aún más reciente.
El residuo como síntoma y huella de un sistema económico en crisis. En este punto, la creación deja de ser un acto de evasión para convertirse
en un enfrentamiento directo con lo que preferimos ignorar. Desde esta perspectiva, su trabajo dialoga de manera directa con la afirmación
de Camus que está integrada en la propia obra: «El artista es alguien que, confrontado con el absurdo de la existencia, decide continuar creando.
La creación no es una forma de escapar, sino una forma de enfrentar lo absurdo, de darle un sentido propio.» En este caso, el absurdo es el propio
ciclo del consumo: un sistema que solo puede renovarse a través del desperdicio, que se expande generando ruinas a cada paso.

La obra de Iñaki no solo se inscribe en esta paradoja, sino que la expone con crudeza, situando el residuo en el centro de la experiencia estética.
Sus piezas, construidas a partir de materiales descartados, no buscan redimir ni embellecer, sino otorgar visibilidad a aquello que el sistema
condena al olvido. Lo descartado regresa como un archivo material de la crisis: una cartografía de la acumulación, del exceso, de la imposibilidad
de sostener un modelo que colapsa sobre sus propios restos.

Si el capitalismo ha convertido la producción en un proceso de obsolescencia acelerada, el residuo es su manifestación más honesta.
En la obra de Iñaki, estos fragmentos de un sistema en decadencia adquieren una presencia incómoda, ineludible. No son solo restos, son testigos de
una estructura que solo puede perpetuarse destruyéndose a sí misma.

Aquí, el arte no es una estrategia de reciclaje ni de reparación, sino una confrontación con el estado de las cosas. No hay voluntad de ocultar
la precariedad del material, sino de exhibirla, de hacer de ella un signo innegociable. Cada objeto conserva la memoria de su función anterior,
pero al mismo tiempo, es reescrito en una nueva lógica de sentido. Lo que antes era invisible se impone con fuerza; lo que estaba condenado
al olvido reaparece con una densidad inesperada.

En este contexto, el trabajo de Iñaki no solo plantea una crítica a la lógica del consumo, sino que nos obliga a preguntarnos: ¿Qué significa seguir
produciendo en un mundo que ya ha producido demasiado? ¿Cómo habitamos las ruinas de un modelo que sigue generando desechos para
sostenerse? Tal vez el único gesto verdaderamente radical sea este: no generar nada nuevo. En su lugar, hacer que lo que el sistema descarta
nos siga mirando, nos siga hablando, nos siga exigiendo respuestas.

Instalación. Objetos reutilizados, plástico reciclado e iluminación led
550 x 225 x 40 cm
Precio: 6.500 € + IVA

+ infromación: https://xn--iakivandenbruleroldn-0xb74a.com/